Si conoces algo sobre la historia y cultura popular de Mojácar sabrás que es el lugar que se identifica con la figura del Indalo.
El Indalo, esa especie de silueta humana con las manos en alto y formando un arco, tiene mucha presencia en la tierra almeriense desde antes de que adornase imanes, llaveros y otros souvenirs. De hecho, se remonta a la época del Neolítico o de la Edad del Cobre.
¿Te interesa conocer más sobre la historia del indalo y su relación con Mojácar? Sigue leyendo.
¿Qué es el Indalo exactamente?
Se trata de un figura rupestre que muestra a un persona con los brazos en cruz cubierta por un arco y descubierta en la Cueva de los Letreros, término de Vélez Blanco en la sierra de Maimón Grande. Esta pintura se localizó en 1868 por parte del arqueólogo Manuel de Góngora y Martínez.
La designación como “indalo” la recibe de San Indalecio dado que “Indal eccius”, en lenguaje íbero, podría significar mensajero de dioses.
Concretamente las interpretaciones que dan a la pintura la llevan a ser tanto un cazador con su arco extendido, como un ídolo en el sentido religioso en señal de protección de los malos espíritus.
Poco a poco dicha figura se fue popularizando hasta adornar infinidad de fachadas, monumentos o recuerdos de Mojácar. De hecho, hace varias décadas se conocía popularmente como “muñeco mojarareño” y se dibujaba con arcilla roja en infinidad de casas como símbolo de protección y buena suerte.
Por tanto, se ha ido consolidando como un talismán del pueblo almeriense frente a malos espíritus y, al llevarte uno de estos recuerdos, las buenas energías te acompañan de vuelta a casa.
Como curiosidad, Indalete fue la mascota de los Juegos del Mediterráneo de 2005.
¿Qué más te ofrece el pueblo indalo en tu visita a sus tierras?
El Indalo no es lo único que llama la atención en las calles de Mojácar. El pueblo sobre la montaña se ha ido adaptando a sus singulares calles empinadas y las casas pintadas de blanco y repletas de macetas han llenado el lugar.
Hay dos miradores imperdibles en la zona: el mirador del castillo y el mirador de la Plaza Nueva.
Puedes conocer más de ellos a través de nuestro artículo sobre qué planes hacer en Mojácar, pero te podemos adelantar ya mismo que la vida social del pueblo se desarrolla en la Plaza Nueva.
No obstante, si te encanta la historia, debes saber que esta localidad fue, con bastante seguridad, una necrópolis árabe. De hecho, la actual puerta de la ciudad se construyó sobre la puerta árabe original.
Ahora, tras su reconstrucción en el siglo XVI, se puede leer en ella “A la muy noble y leal ciudad de Mojácar, llave y amparo del reino de Granada”.
Pese a los bonitos rincones que encontramos en lo alto de la montaña, Mojacar Playa cuenta con otros atractivos turísticos que no deberías perderte.
Desde restaurantes a pie de playa hasta discotecas conocidas y lugares de actividades de ocio muy interesantes. Se extiende desde la playa de Macenas, al sur, hasta Garrucha, la población vecina en la que encuentras otra gran variedad de actividades, entre las que destacan las acuáticas.
¿Cuál es la Ruta Indalo que Laucala recomienda?
De Mojácar a Garrucha
Disfrutar de la cultura del indalo es sinónimo de costear las playas almerienses admirando el paisaje. Si quieres conocer a fondo la costa, lo mejor es admirar el paisaje a través de las actividades que Garrucha te ofrece entre las dos localidades con actividades de parasailing o motos de agua.
A través del paracaídas en las alturas, desde una embarcación, puedes disfrutar de un paseo lleno de adrenalina que se complementa con el paseo en barco hasta la zona del vuelo. Por su parte, en moto acuática puedes disfrutar de un viaje de ida y vuelta de unos 40 minutos de diversión en el mar mediterráneo a máxima velocidad que quedarán para el recuerdo.
En ambos casos, puedes disfrutar de estas experiencias sin formación previa. Simplemente siguiendo las instrucciones de los monitores de Laucala.